Triglicéridos

Triglicéridos altos

Los triglicéridos son un tipo de grasa que podemos encontrar en nuestro torrente sanguíneo. Un triglicérido consta de una molécula de glicerol, unida a 3 ácidos grasos mediante un enlace éster, de ahí su nombre, es de esta forma que los ácidos grasos son capaces de circular por nuestra sangre, en lugar de hacerlo en forma de ácidos grasos libres.

Los triglicéridos son la principal forma de almacenamiento de energía en nuestro organismo, también son llamados triacilgliceroles.

Se le llama hipertrigliceridemia al exceso de triglicéridos en sangre, esto es cuando nuestros niveles sobrepasan los 150 mg/dL.

Nuestro hígado convierte en triglicéridos el exceso de calorías, esto ocurre cuando consumimos más alimento del que necesitamos, de esta forma, esos triglicéridos son depositados como grasa subcutánea y sirven como reserva energética.

¿Qué se siente cuando tienes altos los triglicéridos?

Muchas personas con niveles altos de triglicéridos no experimentan síntomas notables, por lo que la condición puede pasar desapercibida hasta que se realiza un análisis de sangre.

En algunos casos, y especialmente cuando los niveles de triglicéridos son extremadamente altos, pueden presentarse algunos signos o síntomas:

Párpados inflamados: Algunas personas desarrollan pequeños y amarillentos depósitos grasos llamados xantelasmas en la piel, especialmente alrededor de los ojos.

Apariencia lechosa del suero: En casos extremos, cuando se toma una muestra de sangre, el suero (la parte líquida de la sangre) puede aparecer lechoso o turbio debido a la cantidad excesiva de triglicéridos.

Aumento de síntomas relacionados con otros problemas de salud: Las personas con triglicéridos elevados también pueden tener otras condiciones como obesidad, resistencia a la insulina o síndrome metabólico. Estas afecciones pueden venir acompañadas de sus propios síntomas, como fatiga, dificultad para perder peso o intolerancia a la glucosa.

Es fundamental enfatizar que muchas personas con niveles elevados de triglicéridos no experimentan síntomas específicos. Por esta razón, es esencial someterse a chequeos regulares y análisis de sangre para evaluar el perfil lipídico y detectar cualquier anomalía antes de que pueda causar problemas más serios.

¿Por qué es malo tener los triglicéridos altos?

Tener niveles elevados de triglicéridos en la sangre se asocia con un mayor riesgo de diversas enfermedades y complicaciones. Los triglicéridos son un tipo de grasa (lípido) que, en niveles normales, sirven como fuente de energía para el cuerpo. Sin embargo, en exceso, pueden contribuir a problemas de salud. Aquí te explico por qué es malo tener triglicéridos elevados:

Enfermedad cardiovascular: Niveles altos de triglicéridos se han asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, especialmente cuando se combinan con otros factores de riesgo como niveles bajos de HDL (colesterol “bueno”), hipertensión, diabetes y obesidad.

Pancreatitis: Niveles extremadamente altos de triglicéridos pueden causar pancreatitis aguda, una inflamación del páncreas que puede ser potencialmente mortal. Los síntomas de pancreatitis incluyen dolor abdominal intenso, náuseas y vómitos.

Síndrome metabólico: Tener triglicéridos elevados es uno de los componentes del síndrome metabólico, un conjunto de condiciones que, juntas, aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2. Las otras condiciones incluyen obesidad abdominal, hipertensión, glucosa en sangre elevada y niveles bajos de HDL.

Resistencia a la insulina: Niveles altos de triglicéridos pueden ser indicativos de resistencia a la insulina, una condición en la que las células del cuerpo no responden adecuadamente a la insulina. La resistencia a la insulina puede conducir a niveles elevados de glucosa en sangre y eventualmente a diabetes tipo 2.

Formación de placas en las arterias: Los triglicéridos pueden contribuir al desarrollo de placas ateroscleróticas en las arterias, lo que puede restringir el flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

Obesidad: Los triglicéridos elevados a menudo se presentan en conjunto con la obesidad, especialmente la obesidad abdominal. La obesidad aumenta el riesgo de muchas otras condiciones de salud, incluida la enfermedad cardíaca.

Diabetes y triglicéridos altos

La diabetes y los triglicéridos elevados están estrechamente relacionados y, a menudo, se encuentran juntos como parte de un conjunto de anormalidades metabólicas. A continuación, te explico la relación entre ambos:

Resistencia a la insulina: La resistencia a la insulina es una característica común de la diabetes tipo 2. Cuando el cuerpo es resistente a la insulina, no puede usarla eficientemente para llevar la glucosa a las células. Como resultado, el hígado interpreta que el cuerpo necesita más energía y, en respuesta, convierte el exceso de glucosa en triglicéridos, que luego se almacenan o circulan en el torrente sanguíneo.

Alteración del metabolismo de las grasas: En las personas con diabetes, especialmente si no está bien controlada, hay una alteración en el metabolismo de las grasas. Esto incluye una mayor producción de triglicéridos y una disminución de la eliminación de estos lípidos de la sangre, lo que conduce a niveles elevados.

Síndrome metabólico: La diabetes y los triglicéridos elevados son dos de los componentes del síndrome metabólico, un grupo de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud. Otros componentes incluyen hipertensión, obesidad abdominal y niveles bajos de HDL (colesterol “bueno”).

Enfermedad cardiovascular: Tanto la diabetes como los triglicéridos altos son factores de riesgo independientes para enfermedades cardiovasculares. Cuando se presentan juntos, el riesgo de problemas cardíacos y vasculares puede ser aún mayor.

Tratamiento complicado: Las personas con diabetes y triglicéridos elevados a menudo necesitan un enfoque más complejo para el tratamiento. Aparte de los medicamentos antidiabéticos, pueden necesitar medicamentos específicos para reducir los triglicéridos, así como cambios sustanciales en la dieta y el estilo de vida.

Dieta y estilo de vida: Los mismos factores dietéticos y de estilo de vida que contribuyen al desarrollo de la diabetes tipo 2, como una dieta rica en grasas y azúcares, sedentarismo y obesidad, también están asociados con niveles elevados de triglicéridos.

La diabetes y los triglicéridos elevados están intrínsecamente vinculados a través de varios mecanismos metabólicos y de resistencia a la insulina. Ambos reflejan, en parte, las consecuencias de estilos de vida no saludables y aumentan el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Por lo tanto, es crucial abordar ambos factores de riesgo cuando se busca optimizar la salud cardiovascular y metabólica.

¿Cómo bajar los triglicéridos?

Bajar los niveles de triglicéridos generalmente implica una combinación de cambios en la dieta y estilo de vida. Aquí hay algunas recomendaciones para reducir los niveles de triglicéridos:

Dieta equilibrada:

Limitar azúcares y carbohidratos refinados: Reducir la ingesta de alimentos y bebidas azucaradas, pan blanco, pastas refinadas y otros carbohidratos simples.

Aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3: Estos pueden encontrarse en el pescado (como el salmón, la caballa y las sardinas), nueces y semillas de lino.

Limitar las grasas saturadas y trans: Se encuentran principalmente en carnes rojas, productos lácteos enteros y alimentos procesados.

Aumentar la fibra dietética: Consumir más frutas, verduras, legumbres y granos enteros.

Limitar el consumo de alcohol: Incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden elevar significativamente los niveles de triglicéridos en algunas personas.

Mantener un peso saludable: Si estás por encima de tu peso ideal, perder incluso una pequeña cantidad de peso puede ayudar a reducir tus triglicéridos.

Ejercicio regular: Intenta realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada (como caminar, nadar o andar en bicicleta) cada semana. El ejercicio ayuda a aumentar el nivel de HDL (colesterol “bueno”) y reduce los triglicéridos.

Evitar el tabaco: Fumar puede elevar los triglicéridos y reducir el HDL.

Controlar las condiciones subyacentes: Si tienes diabetes o hipotiroidismo, es esencial que estas condiciones estén bien controladas, ya que pueden influir en los niveles de triglicéridos.

Mantente hidratado: Beber suficiente agua durante el día puede ayudar en el proceso metabólico y, en algunos casos, ayudar a mantener equilibrados los niveles de triglicéridos.

Es importante recordar que los niveles de triglicéridos pueden variar dependiendo de cuándo y qué comiste por última vez. Por lo general, se recomienda ayunar durante 9 a 12 horas antes de una prueba de triglicéridos para obtener resultados precisos. Siempre es aconsejable trabajar en colaboración con un médico o un nutricionista para determinar el mejor plan de acción para reducir los triglicéridos y mejorar la salud en general.